viernes, 2 de julio de 2010

¡Y dicen que no hay guerra!


Sucedió que en un 2 de julio del 2010 los periódicos nacionales retrataban una noticia que atentaba contra nuestra identidad y soberanía como país. Parecía que los diputados, que el pueblo costarricense había elegido para defender las leyes (¡que chiste!) y mantener la paz, habían autorizado el arribo de buques de guerra estadounidenses a nuestras costas. Esto parecía una cruel broma para el día de los inocentes, sin embargo nos enfrentábamos a la fría realidad: un país que ostentaba el adjetivo de “pacífico” se dejaba sodomizar por el arsenal yankee. Y nuestros congresistas recitaban (como texto previamente aprendido) que con esto se pretendía combatir el narcotráfico; claro está que quieren combatir fuego con fuego ¿No vendrá esto a cagar más la seguridad? ¿Por qué un ejército debe entrar a nuestro territorio para declararle la “guerra” a nuestra “inseguridad? ¿Existen otras salidas que no involucren armas? Sí, somos un país subdesarrollado.

Con este permiso 7000 marines estadounidenses podrán transitar libremente por todo el país si están uniformados. El diario La Nación recalca que: “Los marines estadounidenses podrán entrar y salir del país a su antojo, lo que no implica que toda la fuerza bélica esté en un solo momento concentrada aquí.” Además nos dice que este que “El personal de los Estados Unidos en Costa Rica podrá disfrutar de libertad de movimiento y el derecho de realizar las actividades que considere necesarias en el desempeño de su misión”. Esto atenta contra todo principio de autonomía, nuestras leyes podrán ser pisoteadas por verdaderos terroristas seguidores de un régimen genocida. Lo extraño de esto es el porqué tiene que venir al país un ejército de gran calibre para hacer lo que consideren “necesario” para luchar contra el narcotráfico. Considero que para este problema se deben buscar soluciones más integrales, la legalización puede ser la única solución a esta salida, ya que psicológicamente la prohibición de muchas drogas sólo ha incitado su consumo. Los diputados encargados de esta acción tan imbécil tenían que ser los liberacionistas y los libertarios, los escorias que se han cagado en nuestro país para legislar acorde a los intereses de los empresarios que los sobornan. La democracia ha sido renegada a ser una empresa privada en donde los patronos azotan a sus inferiores para imponerse sobre todas las cosas, para tener más ganancia, sólo somos peones en un juego donde no va a haber un jaque mate, la destrucción es inminente si seguimos adorando al dinero en el altar de la globalización.

“Musa, estás jodida; das lástima en tu lecho de muerte” dice Fernando Contreras, parece que ya no vale la pena salir despertar al amanecer porque las personas que deberían pretender mejorar el mundo, están propiciando que nuestras esperanzas acaben y que el mundo sea una empresa donde sólo las plusvalía importa. Estamos viviendo en el fracaso de la democracia, nuestros diputados engañan al pueblo para atentar contra nuestra identidad. ¡Tenían que ser esos cerdos neoliberales! Lo mejor es que seguimos eligiendo la misma basura en las elecciones. No hay vergüenza por parte de esos “congresistas”, nuestro congreso parece una orgía de dinero, no hay ética, no quieren legislar “para el pueblo”, gobiernan para ser cada día más rico y ahora aceptan que tropas de otro país entren a nuestro país. Sólo espero que un ejército que ya masacró la cultura de otros países no lo haga con nuestra querida tierra. ¡Y dicen que no hay guerra!

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