Vivimos en un país donde hacemos alarde de una “paz” social y de una mayor libertad. Sin duda hemos solventado la reputación de nuestra nación en “mitologías” que ya nadie se las cree, sólo basta abrir los periódicos para darnos cuenta que esta “Suiza centroamericana” se ha convertido en una salvaje carnicería donde cada quien impone su orden a través de la violencia. “Grandes” personalidades nacionales han tenido la nobleza de echarle la culpa a la población en general, según ellos “nuestra sociedad decae gracias a la depravación del pueblo”, aunque este veredicto parece sacado del Antiguo Testamento, nos estamos enfrentando a algo que Nietzsche llamaría una confusión entre causa- efecto. La culpa sí la tiene la ciudadanía –es algo innegable- por haber elegido a esos zopilotes que tenemos por gobernantes, no hemos reflexionado el valor de nuestro voto, parece que ya no hay lugar para la criticidad y nos orgullecemos de ser víctimas de la demagogia. En los últimos días nos hemos dado cuenta del valor que le tiene nuestra presidenta (ese asqueroso cinocéfalo casado con un ser que para determinar su edad es necesario realizar una prueba de Carbono 14) a la educación, parece que quieren que los estudiantes se conviertan en robots y no razonen (¿de qué le sirve a una dictadura que la población piense), parece una burla que el propio Ministro de Educación considere la educación superior un “gasto”. Y lo mejor es que en las próximas elecciones un nuevo idiota asumirá el poder.
No es un secreto que el Partido Liberación Nacional es una empresa privada, sólo busca ganancias dentro de la ignorancia de un pueblo al que pretende “defender”. En las pasadas elecciones nos pudimos dar cuenta de los métodos tan engañosos que estas sabandijas utilizan (parece que al pueblo costarricense se le olvidó el memorándum del TLC), llegando a propiciar la elección de un títere que sólo cagará más el bienestar social. Fue preocupante cuando el gobierno quiso rebajarle el presupuesto a las universidades estatales. Debemos recordar que estos centros educativos han sido el garante de la investigación científica de nuestro país, han sido la cuna de las personas más ilustradas de nuestra nación y es el puente para que muchas personas logren desarrollar sus metas. Ahora resulta que estos centros no dejan una “ganancia” que los permita mantenerse por sí solos, ¡parece que alguien olvidó lo que estipula nuestra Constitución! Estos es, sin duda, un sueño mojado neoliberal, lo que me hace vomitar. ¿Cómo quieren que el país progrese con una población sin ninguna formación? ¿O es que prefieren el poder a buscar el bien de la colectividad? ¿Es así como van a cumplir las promesas electorales de una Costa Rica más desarrollada? Estos “jerarcas” le tienen un resentimiento a estas universidades ya que han sido las encargadas de denunciar sus fallos. Es lamentable darse cuenta de que el Estado se ha convertido en un enemigo de la educación, quieren cerrar la educación pública para que nos penetren corporaciones privadas que ofrecen una frívola formación. ¡Quieren que Costa Rica deje de ser un país y se convierta en un centro comercial!
Para dejar claras sus intenciones, el Ministerio de Educación Pública eliminó de las lecturas obligatorias de la educación secundaria “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”. Esta decisión fue tomada debido a que se consideró que era de larga extensión y “difícil de analizar”. Resulta increíble cómo no se le quiere enseñar nada a los estudiantes, el Quijote es una pieza de literatura extraordinaria que toda persona debería leer. Debemos recalcar que Don Quijote es un personaje rebelde que no se adapta al sistema, se rehusa a trabajar y decide seguir sus ideales ¿es este el ejemplo de persona que nuestro gobierno quiere que sigamos? Por supuesto que no, el gobierno de Laura Chinchilla se ha enfocado a atentar contra el potencial académico del pueblo, se eliminó un libro como “Mamita Yunai”, el cual muestra las luchas de los trabajadores de las bananeras durante los años treinta para adquirir derechos laborales ¡Qué le va a estar sirviendo a esta represiva administración que las personas defiendan sus derechos! Esta situación es similar al episodio de la quema de libros en “Don Quijote”, un órgano inquisitivo está mandando a la hoguera lo que no quiere que leamos ya que por medio de la literatura se combaten las desigualdades, se acaba con el mezquino y se defiende la libertad. ¡Deberíamos meter a todo este gabinete presidencial en una perrera a ver si dejan de ladrar!
Un país logra desarrollarse cuando su población esté bien educada, con esto se logra una verdadera operación intelectual cuando se ejerce el voto. Estamos perdiéndonos en un ciclo que parece no tener salida: los mismos bastardos son los que nos siguen gobernando. Hemos sido el basurero de las empresas privadas que han venido a nuestra tierra a hacernos tragar sus productos. Cuando “nuestra” presidenta (gran carcajada) emitió un decreto que prohibía la minería a cielo abierto, demostró la cantidad de intereses ocultos que tenía, distraía al pueblo para desarrollar sus enfermizos planes, nos metió gato por liebre, no había pasado ni un mes cuando esos diputados querían aumentarse su salario. La democracia ha propiciado la creación de corruptos políticos, le ha abierto la puerta a las dictaduras disfrazadas y nos ha demostrado que la sonrisa de un presidente trae consigo algo malo para el pueblo. Costa Rica fue el primer país en Latinoamérica en recibir el imperio de McDonald’s pero será el último en desarrollarse si no cambiamos de mentalidad, si no denunciamos a aquellas personas que promueven la miseria y el dolor, si decidimos callar. La decisión es de cada uno de nosotros: lo hacemos o morimos. ¿Saldremos algún día de este laberinto? Esta es una pregunta individual y su respuesta no se la podemos copiar a nadie.
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